Después de enlazar varios autobuses llegamos a Roxas con intención de ir a Isla Coco Loco pero el problema fue que para estar en esa isla privada (como muchas otras en Palawan) se había de abonar una cantidad de dinero que sinceramente no nos apetecía desembolsar ya que era un todo incluido al estilo pulserita.
Con los planes truncados empezamos a caminar por la playa hablando con los diferentes pescadores de la zona. Finalmente topamos con una familia de pescadores que nos dijeron que si queríamos ellos nos llevaban a una isla dónde podíamos pasar unos días.
Al fin y al cabo no teníamos nada mejor que hacer que descubrir pensamos, así que fuimos al mercado a comprar provisiones para los dos días y nos montamos de nuevo en una pequeña banka con destino isla de Porrua. Resultó ser una isla con mucho encanto. El hombre que se encargaba del mantenimiento de la isla nos dejó un par de ollas, platos y cubiertos y cocinábamos en una especie de barbacoa. El primer día intentamos pescar y nos dimos cuenta que la pesca resulta una tarea mucho más difícil de lo que parece.
Después de un buen rato intentando pescar algo para cocinar el bueno de Samuel el pescador nos regaló media docena de ricos pescaditos que los cocinamos en la hoguera junto con arroz y tomates frescos, una delicia!
Dimos la vuelta a la isla en cosa de menos de diez minutos, vimos atardeceres y la verdad que en ningún momento se nos hizo nada pesada la estancia en esta isla fuera de todo circuito turístico!
0 comentarios:
Publicar un comentario