domingo, 26 de diciembre de 2010

Felices Fiestas!!

Os deseamos a todos/as unas muy felices navidades y próspero año nuevo desde las maravillosas playas de Tailandia!!!

Para nosotros las navidades han sido muy diferentes a lo habitual, como podéis ver.


Besos y abrazos

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Ko Kradan

Primero de todo queremos informar a nuestros lectores, esperemos que ya sean unos poquitos,jeje, que después de la experiencia vivida en cada isla redactamos nuestras experiencias; vaya que no es que hayamos cogido y redactado todo esto después sino que lo estamos viviendo ahora, bueno en este caso ya hace unas 10 horas pero es que ha sido una experiencia un tanto mágica.
Bueno al grano. Ko Lipe como ya comentamos fue nuestro primer contacto en una isla de la Costa de Andamán y lo pasamos en grande en contacto con ese fondo marino.

Estudiamos bastante nuestro siguiente destino, teníamos muchisimas ganas de que se hiciese realidad nuestra idea de estar en un lugar un tanto virgen, sin numerosos comercios ni nada de eso. Tras tener divertidas charlas con las mujeres de las agencias donde organizan viajes resultaron ser una fuente de información cojonuda pues hablan un inglés ´muy bueno y lo más importante es que no nos quiseron vender nada, sólo te facilitan información muy útil para informarte de las zonas y el tipo de vida que se lleva en las diferentes islas y zonas costeras. Obviamente sin la pedazo información que saca Esther de la red se nos escaparían cosillas seguro!

Ko Kradan, una isla con una jungla frondosa y agua cristalina, perdida en medio del mar de Andamán, una belleza en su estado totalmente salvaje. Caminar por en medio de la jungla pareciendo que te has sumergido en otro planeta o nadando entre millones de peces de colores como si fuese una pecera, este destino nos cautivó.
Pero Ko Kradan no nos ha cautivado por sus blancas arenas, sus alucinantes puestas de sol o su espléndida luna llena. Y aquí empieza para nosotros la experiencia. Sabíamos que Ko Kradan era una de las islas con poca variedad de alojamiento de  bungalows y caros resort, lo que provoca que quien quiera ir, ha de aflojar unos baths de más si es que no está dispuesto a pillarse una tienda en el super por un precio más que económico.

Pues así fue, cogimos un longtail (nombre de las embarcaciones de la zona) con el poco equipaje que nos llevamos a la isla y aterrizamos en aguas turquesa-azulonas y nos dirigimos al Parque Nacional de Ko Kradan ya que era ahí donde debíamos acampar. Llegamos y un grupo de isleños locales nos dijeron que podíamos acampar donde quisiéramos que no había problema y nos fuimos a una zona apartada debajo de un árbol enorme y lleno de ramas con vistas al mar para hacer nuestro picnic.


Paseamos alucinados con lo que nuestros ojos estaban viendo, una selva frondosa con árboles altísimos y pájaros enormes haciendo un sonido para hacerse notar, nos encontramos con los isleños y nos dijeron (todo esto siempre con mucha mímica, no hablaba ninguno inglés) que no durmiéramos ahí que había serpientes que se enrollaban en las ramas y podía ser peligroso.


Le hicimos caso y movimos la tienda unas metros y nos dijeron que no que la marea subiría y nos mojaríamos. Por lo que les hicimos caso de nuevo y nos pusimos en la zona de césped  del Parque Nacional justo delante de donde ellos vivían. Nos ayudaron a mover de nuevo todas las cosas. Nos sentamos con ellos a tomar una cerveza y de repente nos trajeron un plato de sepia en salsa que se te deshacía el paladar, trajeron pescado frito y nos invitaron a café.
Alguna palabra de ingles si que entendían pero no lo suficiente para entablar conversaciones verbales por lo que cambiamos a los gestos y dibujos.
Empezaron a tocar la guitarra y cantar con gran talento jeje.. canciones thailandesas y derrepente uno de ellos se subió a una palmera a pillar un coco! que buena esta el agua de coco!


Nos fuimos a dormir en nuestra tienda recién adquirida y dormimos como troncos.
 Nos levantamos y ya desayunamos con ellos. Nos fuimos a recorrer la isla solos y fue increíbles los rincones que se iban viendo a medida que caminabas por esas turquesas aguas. A la hora de comer vimos más turistas de lo normal, se ve que Ko Kradan es una isla de visita a los turistas de la isla de Ko Mook, una isla mayor y mucho más desarrollada que hay a pocos minutos.
A partir de las 3 de la tarde nos quedábamos solos con nuestros amigos los isleños y nos daban de comer arroz con unos pescados ricos, ricos, estábamos como en  casa! íbamos a ver la puesta de sol con ellos!


Les dijimos en numerosas veces de pagar lo que debiéramos y en ningún momento nos pedían nada a cambio simplemente estaban a gusto con nosotros y claro era algo recíproco. Hasta la fecha esta ha sido la mejor experiencia que hemos vivido ya que por primera vez hemos podido convivir con un grupo de chicos que lo único que querían de nosotros era simplemente conocernos y saber cosas de nuestra cultura.


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De vuelta a Tailadia... Ko Lipe y Ko Adang

Nos agenciamos cuatro butacas del aeropuerto y dormimos como troncos en la terminal al sonido de la típica voz que va anunciando vuelos y más vuelos. Así quien no quiere seguir viajando no?? 

Bueno empieza nuestra aventura de nuevo en Tailandia. Fue como si volviéramos a empezar el viaje, ahí estábamos los dos de nuevo en inmigración esperando a que nos sellaran el pasaporte pero a diferencia de que ahora veníamos de todo lo que llevamos viajando. 

Llegamos a Bangkok para enlazar otro vuelo a Hat Yai, donde tuvimos que pasar una noche, una ciudad  que está a pocos quilómetros de Malasia y en casi toda la zona son musulmanes, fue curioso ver el cambio de culturas y manera de vestir en un solo día, de repente iban todos con velo.

Bueno nuestra primera isla en visitar en el sur de Tailandia, ha sido Ko Lipe, una pequeña isla situada en la Costa de Andamán. Que tras enlazar  autobuses y autobuses llegamos al ferry que nos llevaría a la isla. 
Tras un viaje muy agradable en la parte de arriba del ferry llegamos a Ko Lipe, Una buena manera de ver una isla obviamente es de la perspectiva de afuera. Vimos que estaba algo más construida de lo que esperábamos la verdad. Nos acercamos más y desde el propio ferry se veían manadas de peces.

Pisamos tierra cogimos un camino (asfaltado) y repleto de tiendas de todo tipo. Llegamos  a la siguiente playa (Sunrise Beach) y la cosa cambiaba bastante, no obstante reiteramos que nos esperábamos algo menos masificado pero que demonios!!! hasta el momento es la única isla de este estilo que hemos visitado. Nos encontramos a un chico de la condal que conocimos los primeros días en thai y que trabaja en Ko Lipe de monitor de submarinismo, nos ayudó a encontrar alojamiento económico, dentro de lo que cabe claro...los precios de la islas estaban bastante inflados. 


El primer día nos levantamos pronto y fue salir del bungalow y ver un agua turquesa con manchas de azul intenso que llevaban una de corales ahí abajo... Decidimos dar la vuelta a la isla de Ko Lipe, si así tal cual con unas gafas/cámara de agua y empezamos a caminar por la playa que pronto se acabó y empezamos a nadar por lugares repletos de frondosa vegetación y roca. Nos pusimos las gafas y al meter la cabeza por debajo del agua y mirad todo el mundo marino que contemplamos:


Estamos empezando a pillarle el truco a las gafas/cámara. La sensación de cuando estábamos buceando por esos paisajes marinos era totalmente nueva para nosotros. Vimos corales de colores increíbles que se abrían y cerraban, esponjas gigantes y una infinidad de peces tropicales de millones de colores. Inolvidable. 
Entre tantos nos topábamos con playas para descansar un rato donde se alanzaban enormes rocas que posteriormente teníamos que trepar por ellas. 



Seguimos nadando y vimos que estábamos en el momento en el que si seguíamos  dando la vuelta a la isla nos quedaríamos en mar abierto y las corrientes no son broma os lo aseguramos! empezamos a notar oleaje y las rocas con los bonitos corales puntiagudos jeje. Tuvo su dosis de adrenalina la exploración, lo demostraba nuestra piel!.

Al día siguiente decidimos ver dos islotes que había en frente de Ko Lipe y visitar la enorme isla de Ko Adang. Para ello alquilamos un kayak. 

Remando, remando llegamos al primer islote y la fauna marina era de nuevo todo un recital. El color del agua cristalina permitía ver peces desde el mismo kayak.


Nos dirigimos hacia el segundo islote y nos encontramos con una playa que estábamos absolutamente solos con estos parajes delante de nuestros ojos. 
Todo muy bonito y perfecto pero el gran islote Ko Adang nos estaba esperando delante nuestro. Una isla con una montaña y un bosque frondoso que a primera hora de la mañana había nubes que tapaban la cima de la isla. 
Llegamos, aparcamos el kayak. Tan solo había diez cabañas, un centro de información y un restaurante, nada de la calle occidental que habia en Ko Lipe. Comimos un buen plato de arroz lo pagamos con billete de 100 baths pasado por agua y nos estiramos en una playa inmensa con una frondosa pineda al final. Más tarde empezamos a explorar la isla subiendo por un camino en medio de la jungla. La dura subida descalzos dio de sobras su recompensa, Ko Lipe desde un mirador de Ko Adang.


Lo curioso de todo es que nos nos cruzábamos con un solo turista en todo el día ya que la mayoría estaban en la misma playa lo que provocó que gran parte del día estuviéramos en lugares muy tranquilos
Nuestra primera experiencia en  las islas genial aunque vamos en búsqueda de una isla menos turística. Aún así el entorno y los parajes que hemos visto han sido espectaculares.

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Delta del Mekong ( Can Tho y Ben Tre)

Una vez más  se nos presentó el dilema en visitar el famoso delta del Mekong con un tour organizado o bien por cuenta propia. El precio del tour realmente era barato e incluía hotel, comidas transporte en barcos y demás. Pues bien como casi siempre hacemos tiramos por libre. 

Nuestro primer destino fue Can Tho dónde se haya uno de los mercados flotantes más grandes y conocidos del Mekong. Sólo llegar fuimos en búsqueda de información para recorrer el día siguiente en barca el delta. En la oficina de turismo nos dieron un precio bastante razonable pero lo malo es que volvía por el mismo camino. Decimos esperar y ver si por casualidad surgía otra oferta mejor. 
Desayunando un auténtico Pho Vietnamita
Como nuestro amigo Ángel dice Vietnam nunca es lo que parece. Así que nos encontramos con un vietnamita que le iba bastante la guasa y nos dijo que él tenía varias botes pequeños. Negociamos tirando y aflojando hasta que Esther le dijo de jugárnoslo a piedra papel tijera   (juego universal). Obviamente perdimos (nunca apuestes ni juegues contra un vietnamita a juegos de este tipo, perderás siempre). Nos dio la tarjeta conforme ponía la hora de recogida y el precio, Esther fue lince y escribió un precio diferente al que habíamos perdido a piedra papel tijera! (el tema iba sólo de una diferencia de un dolar ehh! tampoco os penséis) pero nos partimos bastante con el amigo vietnamita.

Llegamos muy cansados de la locura de Saigón así que comimos sobre las 16 h. y pronto nos fuimos a descansar.

Al día siguiente nos levantamos a las 5: 30h de la mañana, para ver la salida del sol. Fue muy interesante ver el mercado flotante en su pura esencia a primera hora. Era curioso como para distinguir las diferentes secciones de productos que se vendían ponían palos en los barcos con el alimento en cuestión, como en los supers vaya! Y la forma de vida de las casa que había en la orilla del río. 


Luego volvimos al hostel y como era temprano cogimos las bolsas y nos fuimos a Ben Tre. Este pueblo ciudad ha sido la inmersión en Vietnam más profunda que hemos tenido hasta el momento pues resultó que no había ni un solo turista. Los precios eran los reales sin necesidad alguna de tener que regatear por nada. El carácter de la gente era irreconocible respecto al resto del país, sólo bajar del bus todo eran sonrisas y saludos por cada esquina. Se palpaba una diferencia abismal de carácter totalmente sureño y abierto, una pasada.

Queríamos visitar las diferentes islitas que hay en el delta dónde hay plantaciones de varias frutas, el coco la más popular. Sólo había una oficina de turismo dónde los precios eran desorbitados. Caminamos por la zona del puerto y del mercado. Vimos a un chico francés, Thibaut,  que estaba caminando por la zona y le preguntamos si había recorrido la zona. Nos dijo que no que acaba de llegar hacia pocas horas. Fuimos a tomar unas cervezas con él. Un tipo interesante y divertido. Al día siguiente quedamos con él en nuestro hotel para ver si podíamos coger un barco o algo.

 Así fue, nos reunimos con Thibaut a primera hora de la mañana y fuimos a la zona del puerto de nuevo. Era curioso como nadie venía a pedirnos absolutamente nada ni un trayecto en barco que es lo que estábamos buscando. La comunicación con los locales resultaba muy difícil y mediante uso de señas intentamos hacerles entender que queríamos coger un barco. En cuanto lo entendieron, para variar, nos pidieron una burrada. 

Saboreando un coco de las plantaciones de Tomy

De repente apareció un hombre vietnamita  con unos rasgos diferentes que hablaba un inglés más que correcto e incluso algo de español!!! y nos ayudó con la negociación. Como nos vio bastante incrédulos con todo lo que nos decían los locales nos explicó que él tenía una plantación enorme de coco, papaya, plátanos, pomelos, etc.  Nos dijo que él no quería hacer dinero con nosotros ni nada simplemente enseñarnos su casa, sus cultivos y comer frutas con él. Es muy, muy extraño que un vietnamita te invite a todo eso sin querer nada a cambio. Tomy, así se llamaba el hombre, había estado viviendo en Méjico, Estados Unidos y Canadá. En fin, aceptamos ir a su casa y vimos toda su plantación de millones de frutas, bebimos agua de coco riquísimas y nos inchamos a comer todo tipo de frutas. Tomy vive en una isla del delta llamada Thanh Tan repleta de palmeras altísimas y mucha vegetación, vaya en medio de la jungla. Caminamos por todo el poblado mientras 




Tomy nos explicaba que toda la isla se dedicaba a la plantación de frutas para luego exportarlas mediante una cooperativa y la verdad os podemos garantizar que la cosa no les va nada mal. Viven como reyes y nos les falta absolutamente de nada. Luego nos llevó a casa de un amigo suyo que tenía un bote y descendimos por el río Song Ham Luon (uno de los nueve afluentes del Mekong) y desembocamos en el dicho río Mekong.

 Después seguimos caminando por otra isla y nos llevó a la escuela de la zona, que mayoritariamente había sido subvencionada por el gobierno japonés. Las infraestructuras de la zona del delta son sorprendentes pues han construido unos puentes fantástico con ayuda del gobierno japonés  (les han dado crédito a 13 años sin interés alguno) a cambio que el gobierno vietnamita les permitiese vender motos Honda sin pagar aranceles. Un buen trato a nuestro parecer. 
Volvimos a Ben Tre. Nos despedimos de nuestro amigo Thibaut, que vive en Singapur, y estaba de vacaciones ahora y quedamos en vernos dentro de unos meses ahí, será genial!
Salimos a cenar en uno de los muchos restaurantes locales de la zona. Cenamos barbacoa y unas bolas blancas rellenas de huevo y carne que están tremendas y nos fuimos a dormir. Esta fue nuestra última experiencia vietnamita. Cogimos el bus de nuevo para Saigón y pudimos filmar como aquí no hay ningún tipo de problema en transportar nada y cuando decimos nada es nada, juzgad vosotros mismos:



Una experiencia que ha tenido absolutamente de todo desde estar en Fansipan en lo alto de Vietnam hasta  tener el privilegio de recorrer el delta del Mekong con un local de la zona, (Gracias Tomy!!).

Goodbye Vietnam

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lunes, 13 de diciembre de 2010

Ho Chi Minh City (Saigón)

Llegamos a Saigón (Ciudad de Ho Chi Minh) después de un largo y cansino atasco, el bus nos dejó en la zona de mochileros. Íbamos en busca de un hostel que nos habían dicho que ofrecían alojamiento gratis a cambio de dar clases de inglés a niños de entre 5 y 12 años. Y así fue, dimos en el clavo sin muchas dificultades.

Dejamos las mochas y nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad repleta de gigantescos edificios y luces por todas partes. Cenamos en un lugar de calle arroz con gambas y beef que estaban exquisitos. 
Pese a las seis horitas de bus no estábamos cansados así que decidimos ir la mercado nocturno de "Ben Thanh" dónde vendían imitaciones de todas las marcas de relojes habidas y por haber. 

Gracias a Teresa, amiga de Esther, contactamos con Ángel, que vive en Saigón desde hace ya un año. Y hemos podido conocer de manera más cercana la cultura vietnamita. Visitamos con él la ciudad y nos enseñó los lugares dónde normalmente van los vietnamitas. En resumidas cuentas, visitamos la ciudad con alguien que conoce la costumbres de los saigonenses. Nos trató genial. Nos presentó a sus amigos que tiene aquí. Conocimos a su simpática amiga Chao, una vietnamita que hablaba mexicano muy gracioso ya que había estado viviendo en Méjico. 

Visitamos la "Catedral de Notre Dame" y fuimos a correos a enviar un bulto de 6 kg y por fin vamos más ligeros de equipaje. 


Luego fuimos al "Museo de los Restos de la Guerra de Vietnam". La verdad uno de los museos más interesantes que hemos visitado (no es que seamos unos expertos en museos pero bueno...). Un museo duro, duro de verdad, pudimos ver los fatales efectos que causó la guerra así como las consecuencias terribles que acarrearon en las generaciones posteriores. Las malformaciones de muchos de los descendientes son realmente aterradoras. 


Salimos del museo algo tocados y nos dirigimos al hostel para que nos llevasen a dar las clases de inglés. La experiencia de dar clases estuvo muy bien sobretodo con los alumnos que tenían un poquillo de nivel para hablar y de esta manera podías interactuar e indagar cosas sobre la cultura vietnamita.
Nos recogieron en una mini furgoneta, cruzamos casi toda la ciudad y pudimos observar el caos de motos que salen por debajo de las piedras, cruzar la calle se convierte en una verdadera odisea pero ya lo tenemos por la mano y hasta resulta divertido. 

Cenamos con Ángel en un restaurante hindú. Al acabar de cenar dimos una vuelta por la zona y vimos como todos los saigoneses celebraban de manera muy efusiva el triunfo ante Singapur en la copa Asia.


Como podéis apreciar era como estar en Canaletas celebrando un título del Barça pero sin ningún tipo de control. Lo curioso del tema es que llegaron dos policías y en dos minutos desalojaron la zona que minutos antes estaba a reventar. Ángel nos comentó que los vietnamitas no quieren ningún tipo de problema con la policía por lo que es la única cosa que verdaderamente respetan y obedecen.

Al día siguiente fuimos al mercado de Cholón dónde uno puede encontrar absolutamente cualquier cosa en cantidades industriales. 
Aquí vemos a Chau, Ángel y Esther analizando la zona detenidamente...
Este es uno de los millones de Hems (callejones) que hay en la ciudad. Son como una especie de laberintos.
Conocimos a dos chicos de Santander que se vinieron a recorrer el mercado. Comimos en un lugar curioso pues el restaurante en cuestión estaba dentro de una casa, donde servían una comida vietnamita deliciosa.

Volvimos a dar clase, esta vez fuimos en moto taxi y pudimos palpar de una manera mucho más directa lo que es cruzar Saigón en hora punta, una auténtica locura, os lo aseguramos.

Ángel es profesor de español en Saigón y nos propuso dar una charla a sus alumnos. Aceptamos encantados.
Esa noche quedamos con Chau, Alberto y Fran para tomar unas birras caseras en un bareto de la calle.
Después de unos cuantos días en Saigón decidimos que ya era hora de escapar un poco del caos. 
El delta del Mekong era nuestro último destino de Vietnam.

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jueves, 9 de diciembre de 2010

Mui Ne

Llegamos a Mui Ne. Nos bajamos del bus y y como siempre empezamos a buscar alojamiento bueno, bonito y lo más importante, barato!!barato!!.
Después de mirar varios hostels, una mujer  nos ofreció una habitación un poco más cara de lo normal y decimos que no estábamos del todo conforme, nos dimos la vuelta y al segundo ella aceptó nuestra oferta inicial. Que se note un poco ya el tiempo que llevamos dando tumbos no??
El hotel, bueno para ser más exhaustivos resort, resultó estar cojonudo, recién construido, de hecho aún tenían habitaciones en construcción, Creemos que éramos de los primeros en estrenarlo. Primera linea de mar y blablabla.



Al grano, nos levantamos al día siguiente alquilamos motico para recorrer de nuevo. Recorrimos pocos kilómetros y ya nos topamos con esta bonita vista de este pueblo de pescadores.



Nos dirigimos a unas dunas de arena blanca que juntamente con el cielo encabronado recordaba a un paisaje lunático ( quizás a vosotros nos da esa idea para nada...). La verdad no nos esperábamos para nada ver un paisaje de "desierto" en Vietnam así que way!!



Como veis Esther está hecha toda una motorista profesional!!



Seguimos y vimos esta especie de "ultra mini a lo cañón del colorado". Nos bajamos hicimos un poco el animal y seguimos la ruta.


 Más dunas, estas de un color un tanto más rojizo. Había muchos niños que alquilaban una especie de plancha para deslizarte por las dunas que resultó ser un poco timo pero nos dieron bastante pena los críos la verdad.


Como no nuestra archienemiga, la señora lluvia nos acompañó un día más, ante eso uno no puede hacer nada así que a dejarla caer y seguir recorriendo. Compramos algo de fruta. Fuimos a cenar a un restaurante que no había absolutamente nadie y era barato a matarse. Resultó que probamos los mejores rollitos que hemos probado servidora/or hasta la fecha ( 8 exquisitos rollitos de gambas que riete del Bulli del Ferran Adrià por un dólar amigos!!. El señor del restaurante nos vio tan felices y agradecidos que nos trajo té y fruta de postre (no tenía ni papa de inglés) así que todo eran sonrisas y levantando el dedo gordo de la mano.


 Una cena perfecta para acabar un día completo.

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martes, 7 de diciembre de 2010

Dalat

Dejamos atrás Nha Trang y si pensábamos que nos íbamos a escapar del agua estábamos del todo equivocados.

Llegamos a media tarde y  paseamos por la ciudad, a decir verdad tampoco nada del otro mundo, si os digo que habían secado un lago que dividía la ciudad en dos zonas para construir un puente... lo único curioso es que las antenas de comunicación simulan ser la Torre Eiffel.
Estuvimos por el mercado que tiene su gracia, por la plaza principal y poco más.

Nos levantamos al día siguiente con intención de hacer una excursión por la montaña pero una vez más el agua nos arruinó los planes.





Al mal tiempo buena cara así que fuimos a ver la Crazy House, una casa de lo más peculiar con habitaciones de trige, de bambú, jirafa y demás.




 Llovía a cántaros así que de vuelta al hotel totalmente empapados. Preguntamos por los buses del día siguiente para Mui Ne y mira tu por donde la mujer nos dice que en una hora salía un bus. Fuimos corriendo al hotel,pagamos y cogimos el bus intentando huir de esta maldita lluvia que desde hace unos días no nos para de perseguir. Así que la visita relámpago ( nunca mejor dicho) dentro de lo que cabe fue productiva.

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Nha Trang

Después de 12 incómodas horas de sleeping bus llegamos a Nha Trang. Ciudad costera. El tiempo se empezó a girar y empezaron a caer litros y litros de agua. La ciudad en si no tiene mucho atractivo y si a a esto le sumas un chaparrón del copón pues como que no había mucho que hacer.

Visto el panorama decidimos planear en cuanto antes nuestra salida de Nha Trang así que fuimos en busca de la estación de bus para comparar los precios de las agencias de viajes que  normalmente quieren agenciarse suculentas comisiones. Estábamos en lo cierto, el precio en la estación era consideráblemente menor que en la ciudad.  De camino a la estación vimos la pagoda de Long Son y un gigantesco buda, entramos, tiramos cuatros fotos y seguimos caminando, siempre bajo la lluvia claro.




De vuelta al hotel, paseando con gran parsimonia, conocimos a Bob, un tipo de Australia de lo más chachondo.Nos sentamos con él y su novia en un bar, dónde ellos mismos hacen su propia cerveza, buenísima y a un precio de risa, dos litros de birra a 50 céntimos, Total que pasamos un gran rato bebiendo con Bob que vive en Vietnam desde hace un montón, Nos explicó cosas curiosas sobre la guerra de Vietnam ( esos americanos a veces se pasan...) nos proporcionó información más que útil sobre Australia.
Nos despedimos, pagamos y nos fuimos a buscar un sitio para cenar, ya que se nos hicieron las mil, suerte que ya llovía menos.

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sábado, 4 de diciembre de 2010

Hoi An

Llegamos a Hoi An a media tarde después de horitas en autobús. Caminamos un poco hasta el centro. Depués de hacer nuestro habitual estudio de mercado para encontrar un hostel barato esta vez no lo encontramos del todo, negociamos un poco y fuimos a dar una vuelta.

Sólo llegar pensamos que esa ciudad no tenía nada especial y porque aglutinaba a tantos mochileros.

 Pues bien cogimos un mapa de ciudad y fuimos para el casco antiguo, ya estaba anocheciendo...


Farolillos y más farolillos de todas formas y de todos los colores. Toda la ciudad estaba iluminada de millones de farolillos y repletas de tienda que hacían ropa a medida ( según decía la gente a muy buen precio).









Al día siguiente alquilamos una motico para recorrer los alrededores de Hoi An. Fuimos a unos templos en medio de un bosque, bastante bonitos la verdad.



De regreso paramos en una playa que estaba con vandera roja y fuerte oleaje. Recorrimos un poco más y vimos como los grandes resort and spas estaban creciendo como setas.
Cenamos la comida típica de Hoi An el Cao Laù, una especie de espaguetis con picatostes, vegetales y cerdo que estaba riquísima, llenaba y era baratísima.


Por la noche cogimos otro sleeping bus y nos dirigimos hacia Nang Trang....



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viernes, 3 de diciembre de 2010

Hue

Después de un agotador viaje en tren por fin llegamos a Hué a las 2 de la mañana. Llevábamos tantas horas sentados que empezamos a caminar y caminar en busca de un hostel que estuviera abierto a esas horas. Nuestra intención era no tener que pagar por esa noche ya que aquí el check-in empieza como a las 7 de la mañana y por 3 horas pagar una noche entera como que no!! Despertamos a medio pueblo preguntando precios de habitaciones y sobre la posibilidad de no pagar esa noche sino la siguiente. Nos llevamos varios portazos y mira tu por donde cuando las fuerzas empezaban a flaquear y el cansancio a entrar en nuestros cuerpos encontramos una habitación aceptable a un precio inmejorable y sólo pagando una noche. Entre pitos y flautas ya se nos hicieron las 4 de la mañana dormimos un poco y nos levantamos para recorrer la ciudad. 

Llevávamos demasiado tiempo sin recorrer en bicicleta así que las alquilamos en el mismo hostel que tan amables habían sido con nosotros y empezamos a peladear por toda la ciudad. Lo que más nos sorprendió  fue lo limpia que estaba comparado con todo lo que hemos ido viendo. Vimos papeleras y camiones de la basura!! ya no sabíamos ni lo que era eso! 
Visitamos el monumento la Ciudadela Imperial. La verdad nos nos gustó mucho, suponemos que son de esos monumentos que conllevan un contexto histórico enorme y que su atractivo en sí ha quedado en un segundo plano. Pues bien, lo visitamos, tiramos unas fotos y seguimos la ruta.



Recorrimos unos 3 km por la ciudad para visitar la Pagoda de to Thien Mu, la verdad mucho más bonita que la anterior y sin pagar entrada. 



El estómago empezaba a llamar a la puerta así que paramos en un puesto callejero a comer. El propietario era de esos tipos que quiere ser tan atento y amable que lo único que consigue es que quieras acabar lo antes posible e irte. Encima intentó ir de listo e iba trayendo más guarnición y la dejimos: " eh jefe: Todo esto va a tu costa, nosotros pagamos lo que hemos pedido" , su cara de buen rollo y amigote desapareció rápidamente, se le había escapado la presa. 
Una vez recorrida toda la ciudad, nos perdimos por las callejuelas de la ciudad. Parábamos, intentábamos interactuar con los locales mediante sonrisas y gestos e íbamos de que éramos reporteros jeje.


Nos fuimos a dormir pronto ,después de un festín de cena, ya que se avecinaba un derbi de lo más emocionante. De camino al hostel vimos a un tipo que tenía un buen plasmote y le explicamos que hoy había un partido muy importante en España entre los dos clubs con más rivalidad y el hombre dice: " clarooo hoy se juega el clásico, are you culé???" uala que fuerte dijimos!! Nos levantamos a las 2: 50 a.m y ya no hace falta que os expliquemos el recital de futbol que dio nuestro barça... nos volvimos a dormir con un buen rollito dentro del cuerpo... give me 5 campeón!!!!!

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lunes, 29 de noviembre de 2010

Tam Coc

Después de visitar la bahía las expectativas obviamente estaban por las nubes. Nos comentaron que había un pequeño pueblo que simulaba la bahía pero en vez de islotes salidos del mar, éstos sobresalían  campos de arroz.
Llegamos destrozados, ya que tuvimos que madrugar de nuevo para llegar hasta Ninh Binh, ciudad cercana al pueblo de Tam Coc, dónde el autobús nos dejó en medio de una carretera sin fin, así que como no después de una larga caminata con la mochila al hombro conseguimos llegar a la zona de la pagoda, donde nos alojamos. 
Nos levantamos muy pronto, cogimos una barquita por el río Ngo Dong y una mujer nos llevó remando con los pies, muy curioso...como si de una bicicleta se tratara.
Coger la barca a primera hora de la mañana fue todo un acierto ya que evitamos la avalancha de turistas procedentes de Hanói.
 Fue un paseo totalmente contemplativo y relajante. Atravesamos las famosas cavernas y vimos las técnicas rudimentarias de pesca de los autóctonos.





Después del paseo en barca y con las energías a tope decidimos que ya hora de moverse y empezar a viajar hacia el centro del país, concretamente a Hué. Unos mototaxis nos llevaron hacia a la estación de tren. Compramos el billete y nos sentamos en los duros asientos sabiendo que nos esperaban 14 duras horas de tren. El viaje fue toda una odisea, todo el mundo durmiendo por el suelo, salían una especie de bichitos que simulaba o eran pequeñas cucarachas y el olor del vagón no era de perfume precisamente...

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Halong Bay

Oímos de todo sobre Halong Bay, desde opiniones tales como es un lugar dónde el turismo no es sostenible y está totalmente masificado sin ningún tipo de encanto hasta extremos opuestos, es de los mejores rincones del planeta. 

Pues bien después de haber estado varios días por la bahía y visitándola de diferentes maneras (kayak, excursión a pie, en barco, en bus, etc) nuestra opinión es que por supuesto que es un lugar frecuentado por varios turistas pero es que queremos creer que el ser humano es inteligente, no?? pues por eso visita la bahía porque es uno de los lugares más alucinantes que hemos visto hasta fecha de hoy. 

Estuvimos informándonos sobre cual era la mejor manera de visitarla, nuestra intención era hacerlo, como normalmente hacemos, por cuenta propia, pero escuchamos opiniones de gente que al intentar hacerlo así  les había salido rana. 

Contratamos un tour de dos días de todo incluido de esos turísticos que tan poco nos gustan, así que no estábamos del todo convencidos (muchas veces la agencia no cumple ni la mitad de lo que prometen), y además el tiempo estaba algo raro, ahora es temporada de monzón en el centro de Vietnam y el cielo siempre esta gris.
 Nos pasaron a buscar por el hotel y nos llevaron al puerto dónde zarpaba nuestro barco. La experiencia fue genial coincidimos con una pareja de americanos y un chicos suizo que eran muy enrollados, así que todo el día de risas e intercambiando información muy útil. 



Cuando empezamos a adentrarnos en la bahía no podíamos creer lo que nuestros ojos estaba viendo, miles y miles de montañas de piedra caliza repletas de vegetación de verde frondoso. Parece que no sea verdad que se puedan alzar rocotes de tales magnitudes que llegan hasta los 300 metros de altura.



El primer día además vimos unas cuevas con unas estalactitas, estalagmitas muy bonitas. La cueva tenía unos 500 metros de profundidad y estaban iluminadas con luces de colores.



Pero no nos cansábamos de contemplar los islotes en medio del mar de la China meridional, se palpaba una paz en el ambiente insuperable. Era del rollo paisajes del señor de los anillos, además el cielo grisado hacía que el lugar fuese como más misterioso.





La primera noche dormiamos en el barco y el guía nos levantó a las 6h de la mañana para ir a dar una vuelta en Kayak su duración estaba programada para unos 45 minutos, no sabemos si fue la magia de perdernos por dentro de la bahía rodeados de los magestuosos o que simplemente se nos pasó la hora por completo peor el hecho es que estuvimos una hora y media dándole al remo sin parar. Sin palabras.




 Los pueblos flotantes que habían entre los islotes eran muy curiosos, esta gente no tiene la libertad que tenemos nosotros para poder ir caminando donde nos apetezca, viven en medio del mar. Siempre dependen de un bote. En estos poblados había como picifactorías dónde podías comprar tu pescado y te lo cocinaban en el barco.A precio turista por supuesto.



Pasada la tarde, llegamos a la Isla de Cat Ba, la isla más grande de la bahía, nada del otro mundo. Visitamos un parque natural y hicimos un pequeño trekking pero lo bueno de la cuestión es que estábamos comiendo con nuestros nuevos colegas de viaje y el guía estaba explicando la actividad de la tarde que era ir a visitar las Monkey Islands o free-time. No sabemos porque pero el guía nos dijo que sólo nostros teníamos incluida la visita.
Los monos era una mera atracción turística, y agresivos, ya que nos contaron que habían mordido a un turista! lo que si valió mucho la pena fue subir hasta arriba de todo de la isla dónde se contemplaban unas vistas muy bonitas y ver que aunque sea una isla donde te puedes quedar a dormir, no esta tan estropeada como Cat Ba, que sin duda es un estropicio natural.

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