domingo, 27 de marzo de 2011

Rinca y Komodo

Para conseguir llegar a estas islas ,fue toda una odisea, antes tuvimos que coger varios bemos hasta llegar a Labuhan-Lombok donde cogimos un ferry para cruzar y atravesar en autobús la gigantesca "Isla de Sumbawa", en un viaje de más de un día pernoctando en una estación de autobuses y durmiendo dentro de una destartalada camioneta con locales dentro y coger  la mañana siguiente otro bemo hasta llegar a coger otro ferry dirección Labuanbajo, en la "Isla de Flores".

Y sólo llegar a Labuanbajo se nos acercaron un grupo de locales ofreciéndonos boat-trips para las "Islas de Rinca y Komodo". Al final, acabamos compartiendo el barco con una pareja bastante callada y silenciosa pero mucho mejor eso que todo lo contrario.
Zarpamos a primer hora de la mañana con destino la "Isla de Rinca" para ver a los dragones más grandes del mundo, conocido como "Dragón de Komodo". La experiencia resultó interesante aunque después de caminar más de una hora por el Parque Nacional vimos sólo a dos dragones en su hábitat natural los demás estaban cerca de la casa de los rangers del parque, aún así resultó impresionante tener a un bicho de más de dos metros y 100 kg a escasos metros.

Dragón de Komodo
Después de la caminata matutina fuimos a hacer snorkel a una zona repleta de corales multicolor y peces tropicales. Avistamos de nuevo a una tortuga pero nada que ver con la vez anterior pero hizo que gozáramos de una sesión de snorkel de primera.


El sol empezó a caer y navegamos hasta una bahía dónde fondearíamos para pasar la noche.


Subimos a lo alto del barco a ver el atardecer, el cielo cogió unos colores surrealistas, tonos rosados mezclados de un rojo intenso increíble y acto seguido empezaron a salir miles de murciélagos de los bosques de las frondosas islas.


En el barco nos dieron de comer de todo y lo más importante con mucha abundancia, cenamos hasta más no poder y subimos de nuevo al techo del barco para contemplar la luna llena que en un momento determinado produjo un efecto óptico como un arco iris en mitad de la noche oscura. Inexplicable.

Amaneció, saltamos del barco y nos dimos un baño matutino a eso de las seis de la mañana.


Y bien despiertos nos fuimos a recorrer la "Isla de Komodo", a ver si teníamos mas suerte esta vez con los dragones, pero volvimos hacer el recorrido largo y nada, solo vimos al principio y al final y como siempre al lado de la cocina de los rangers.

Saludad a la familia Nemo!
Para terminar con el tour, volvimos hacer snorkel en una isla  cercana a Labuanbajo, donde a media tarde desembarcamos.

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