domingo, 20 de marzo de 2011

Volcán Bromo (Cemoro Lawang)

 Doce horas de tren otra vez en clase económica, llenísimo de gente y con un calor sofocante que os aseguramos que es imposible de imaginar, llegamos a Proborngo más sudados que si hubiéramos jugados siete partidos de fútbol consecutivos.
Sólo salir del tren con las bolsas a la espalda y avistando tormenta, ya vienen nuestros "amigos" de nuevo intentando ganar unas perras de más por llevarnos pero no lo consiguieron y empezamos andar y andar en busca de algún lugar donde caer rendidos.
En una de estas les peguntamos a una pareja de locales que iban en moto el nombre del hostel dónde queríamos ir y dicen que nos esperemos un momento que van a por su coche y nos llevan. Aparecen con un coche viejo muy chulo  y probamos suerte en ir a la terminal de bus para ver si aún había buses a Cemoro Lawang y realmente aún podíamos coger el bus pero claro con la excusa de ser de noche y que caía un chaparron querían que pagáramos el doble de lo que realmente valía .
Pero la pareja de locales, de los cuales sólo chapurreaba algo de inglés "Cece" que así se llamaba la chica nos invito a dormir a su casa y que al día siguente nos ayudaría a comprar el pasaje para Cemoro Lawang. Aceptamos totalmente agradecidos. Antes de ir a su casa nos llevan al restaurante de su amigo y de nuevo nos invitan a una cena a base de una especie de albóndigas y arroz con vegetales muy rica.
Después de cenar nos llevaron a su casa. Reiros de las barracas de gitanos de Lo Campano  o Can Tunís, no ponemos las fotos porque son demasiado impactantes!jeje. Dormimos como pudimos y a la mañana siguiente nos llevaron de nuevo a la estación de autobuses pero claro hasta que la furgoneta no se llenara de pasajeros no podía partir. Esperamos una hora con un calor de mil demonios y ahí no aparecia nadie por lo que finalmente el tipo que la noche anterior nos invitó a su restaurante se ofrece a llevarnos.
De camino al pueblo de Cemoro Lawang veíamos como estaban todos los campos cubiertos de ceniza y se escuchaban a lo lejos como truenos, era el volcán Bromo que estaba en erupción, si amigos si no es una broma. Alucinante, sobrenatural, nos quedamos sin palabras al ver a esa pedazo masa de roca escupiendo humo y lava.


Durante la noche podíamos ver como el volcán escupía gigantescas rocas de fuego. No podíamos dar crédito a lo que nuestros ojos estaban viendo. Nos fuimos a dormir a ritmo de erupciones volcánicas con ruido tal que hacia retumbar los cristales del hostel y no van en coña.


Nos levantamos a las tres y media de la madrugada para subir al punto de vista y contemplar el amanecer con Bromo como protagonista.
De nuevo no sabíamos si estábamos soñando o era real el tener uno de los volcanes más grandes de Indonesia en erupción enfrente nuestra.


Después de ver el amanecer con el volcán escupiendo gigantescas olas de humo decidimos que ahí no había acabado todo y que queríamos ver el volcán de más cerca así que bajamos hasta la llanura y nos acercamos hasta un kilómetro de radio más o menos. La verdad es que nos dio bastante impresión tener en frente de nosotros en plena erupción y produciendo unas erupciones que hacían retumbar el cielo.



Regresamos al hostel, desayunamos, empaquetamos y de vuelta a Probolinggo.

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