lunes, 2 de mayo de 2011

Abel Tasman National Park

Después de haber pasado todo el temporal de lluvias, llegamos finalmente al Parque Nacional que todo el mundo tan bien nos había hablado y que parecía ser un treking entre playas y bahías alucinantes. 
Llegamos a la oficina del parque entregamos los boletos de las reserva y nos dicne que esa reserva era para el día anterior, que ya había pasado vaya!
Salimos de la oficina nos desahogamos como pudimos y pensamos una solución. Nos montamos en un " taxi water" que nos dejó a medio camino, y como no, nos bajamos antes de tiempo y nos perdimos lo que tenía que ser la parte más bonita del recorrido. Vaya que bien nos estaban saliendo las cosas!

Empezamos a caminar y  los paisajes que estábamos viendo no eran tan espectaculares como en las revistas que te proporcionaban en las oficinas de turismo.


Con esto no queremos decir que fuese feo en absoluto sólo que las expectativa en NZ estaban altísimas y creíamos que eso no estaba a la altura de lo que esperábamos ver sinceramente.


Llegamos a la cabaña que estaba siutada en medio de un santuario muy bonito. Conocimos a Alex, un chico de Méjico que lleva ya 5 años viajando por el mundo impartiendo clases de buceo, un tipo muy majo que no paraba de echar troncos a la chimenea y era un gusto estar en un hogar aunque sólo fuese por una noche.


A la mañana siguiente nos levantamos pronto, nos sacamos los calcetines y tuvimos que cruzar el santuario descalzos, el agua estaba muy fría pero no había otra alternativa, es lo que tiene caminar al lado del mar, se ha de tener muy controladas las horas de las mareas altas y bajas!


Acabamos el trekking con Alex. Estábamos en la playa dónde se suponía que tenía que recogernos el "Watertaxi" pero el mar estaba muy picado, vimos como un catamarán intentó acercase y estuvo cerca de volcar, algo muy serio!


Hicimos autostop, una técnica que muchos viajeron utilizan en NZ para desplazarse y después de  transbordar en tres vehículos diferentes llegamos de nuevo a nuestra furgo e intentamos que nos devolvieran la pasta del watertaxi pero la amabilísima mujer de recepción no nos devolvió nada.
La miramos mal, pagamos un dólar por una ducha de agua caliente y nos montamos en la furgo.
Al decir verdad estábamos algo decepcionados con el país hasta el momento pues no se si sería el ya haber estado en tantos países o que pero esperábamos mucho más de este país, o por los diferentes contratiempos que habíamos sufrido.

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