Aterrizamos de nuevo en Brisbane y nada más salir del aeropuerto, fuimos al parking y le preguntamos a un señor mayor que conducía una ranchera si nos podía acercar a la ciudad, aceptó sin ningún problema, parecía que todo iba rodado!
Quedamos de nuevo con Guille y Alba con la intención de quedar con la señorita Marie, que así se llamaba la propietaria del supuesto coche que teníamos que adquirir entre Guille, Alba, y nosotros. La jugada era redonda, comprábamos el coche entre cuatro, nosotros lo utilizábamos para recorrer todo el país y luego ellos se lo quedaban hasta que se fuesen.
Pero como todo en esta vida la teoría no siempre concuerda con la práctica y cuando ya estaba todo atado llamamos a Marie y le dijimos que antes de efectuar la compra queríamos que el coche pasara una revisión y fue ahí donde empezaron las diferentes excusas y la apretamos un poco más y acabó reconociendo que el coche necesitaba una reparación de unos 1.000 dólares. Nos hundimos. Habíamos volado expresamente de nuevo a Brisbane para comprar ese coche ya que Guille quedó la tarde antes con la pareja de francesitos y todo parecía correcto y no comentaron nada de averías !
Le enviamos un mensajito bien caliente para desahogarnos a la amiga francesa y sacamos la parte postiva del asunto, ya que estábamos de nuevo en Brisbane y con una compañía inmejorable y en un hogar con cocina, ducha, lavabo cosas que a primera vista parecen totalmente normales pero cuando uno no las tiene se echan mucho de menos, os lo aseguramos, visitamos la ciudad.
Recorrimos la ciudad por la noche y Guille nos hizo una ruta por su ciudad por la noche y él mientra iba empapelando la ciudad de currículums! Ya tiene curro el tío!
0 comentarios:
Publicar un comentario